Cuando el éxito no es cuestión de suerte
Para uno que algún garito pacense ha visitado, lo de esta casa ha sido una evolución curiosa, y es que nunca lo tuve como un sitio de referencia pese a sus casi 30 años de historia. Se encuentra en un buen sitio de paso en la parte de arriba de Santa Marina llegando a El Corte Ingles, siempre lo considere correcto para tomar una caña, pero tampoco lo tenia en cuenta para mucho más. Año tras año, Joaquin su mentor, que también gestionaba otros negocios como aquel conocido Rocío (en el que por cierto al igual que aquí, se desayunaba estupendamente) se va centrando en este Castuo y pese a la crisis, aumenta su fiel clientela a base de lo único con lo que esto se consigue, calidad y buen servicio.
El local no es muy grande, lleno de motivos taurinos, con una buena y clásica barra, tenia solo cuatro mesas al fondo en altura hasta que se hizo con el local de al lado consiguiendo metros para montar una correcta y luminosa sala. Fuera tiene montado casi todo el año un buen velador aprovechando los arcos que forman la clásica edificación de la barriada.
En la carta prima, como es lógico con ese precioso nombre, el producto extremeño, y en los entrantes destacan su jamón y chacina que suelen ser de Señorío de Montanera. Tabla de queso, ensaladas o crujiente de langostinos. En pescados aparecen bacalao dorado, plancha o gratinado, conocidos sus chipirones, almejas y siempre buenas frituras de puntillitas, boquerones, pijotas..., mucha variedad dependiendo de la temporada y de lo que consiga en mercado.
En carnes, destaca el ibérico con su solomillo, secreto, pluma o carrillada. El cordero con sus mollejas, pierna de lechal, el cabrito también con su pierna o sus chuletas y el buey con su rabo o solomillo. Aparecen unos pajaritos y como especialidad de la casa, ensalada de perdiz, tortilla al castuo, ortiguillas de mar, croquetas caseras, huevos con jamón, gamba o prueba, caracoles, setas rebozadas, solomillo a la torta y cochinillo al horno, también es conocido su arroz con liebre por encargo.
He probado gran variedad de sus croquetas caseras, todas estupendas aunque los últimos experimentos de chorizo y sobre todo las de pistacho no me acabaron de convencer, al igual que ese vinagre de Modena que acompaña la ensalada, !! con lo ricas que están las croquetas con un buen vinagre de Jerez !!. Muy buenas están sus setas de cultivo tipo "cardo" rebozadas. Fantástica siempre su carne de Ibérico acompañada de patatas naturales bien fritas.
También destacable su fritura, normalmente presenta fresco el pescado que consiga ese día en un mostrador de la barra y en mi ultima visita le entraron unos sonsos que resultaron de antología, tiernísimos por dentro y firmes y crujientes por fuera. Buen atún aunque no "rojo", que si no se pasan con el fuego resulta correcto. Su cochinillo es otra de las recomendaciones, ración que se presenta trinchada, crujiente su piel y estupenda su carne que empapada en la salsa de su guiso resulta bien sabroso pero quizá demasiado pesado.
El servicio es amable y familiar, a casi todo cliente se le llama por su nombre y se le sirve casi sin preguntarle. En la barra habitualmente las dos hijas de Joaquin encantadoras y profesionales como la copa de un pino, también su hijo por la tarde y cinco empleados forman un equipo todavía mas numeroso tras su ultima ampliación. Joaquin siempre al mando se encuentra tanto dentro como fuera de la barra atento a todo lo que ocurre en su negocio y a que sus comensales se sientan como en casa.
Correcta pero algo clásica y sin complicaciones su carta de vinos, siempre servidos a buena temperatura desde su correspondiente nevera. Buena y bien tirada su birra Estrella de Galicia.
Siempre una recomendación acertada esta casa que en los últimos años se ha hecho un hueco entre las barras indispensables de la capital pacense y en donde ademas de todo lo bueno comentado, también casi a diario encontraras algo cada vez mas complicado de encontrar, un buen ambiente.
Avenida Santa Marina nº 4 Badajoz
Teléfono 924246516